La segunda vuelta de la campaña presidencial francesa se ha convertido en una batalla sin tregua ni cuartel entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, los dos finalistas de la primera vuelta, para ganarse a los casi 8 millones de electores que votaron por Jean-Luc Mélenchon, representante de la Francia Insumisa (FI). Pero lo más probable es que la mayor parte de esos electores, que votaron en la primera vuelta por el candidato de izquierda, se abstengan.