Las operaciones de M&A pueden alterar todos los aspectos de una organización: desde lo que vende, los procesos que sigue, los sistemas que utilizan los empleados para hacer su trabajo, cómo los empleados interactúan y colaboran, quién rinde cuentas a quién, cómo se paga a los empleados e incluso quién sigue teniendo trabajo. Con el cambio llegan la ansiedad y la incertidumbre de las partes interesadas, lo que puede provocar un descenso de la productividad que debe superarse y ascender en la curva del cambio lo más rápidamente posible, todo ello con el fin de ayudar a materializar el valor esperado de la operación.
Por
Begoña Santos, responsable de Fusiones y Adquisiciones de Iberia de Mercer,
y
Juanma Montoro, responsable de los servicios de consultoría transversales, y de Fusiones y Adquisiciones en España de Mercer.