Un domingo en el que las lecturas nos hablan de una invitación radical, un reto enorme, una respuesta hasta casi imposible: la de hacerle frente de modo radical a cualquier situación violenta.
Nadie dijo que fuera fácil pero hay un elemento que se da a nuestro favor: la presencia del Espíritu en nuestra vida y la comprensión existencial de un Dios amor que nos lo da todo. ¿Te atreves?