Txux Bodegas y Jesús Panadero abordan una nueva entrega de Por caminos raros señalando que puede está muy bien todo... pero que no es lo mismo. Que no hace al monje el hábito (ni su ausencia).
No es lo mismo o, lo que viene a coincidir en lo profundo, depende. Uno es el que pierde coyunturalmente, sin continuidad y sin consecuencias, el que pierde como si no importara (y lo perdido puede incluso puede no tener mayor importancia, como perder un palito o una muesca) otro el que viste los humores de la pérdida como oropeles que adornan al personaje que construye, muestra y (habitualmente) vende: el famoso “yo” del artista. Está también el perdedor que parece triunfador andante, que simula no ser lo que es, unas veces con mala conciencia otras por mera costumbre. Pero está sobre todo el que siempre pierde, el que pierde sin querer perder, el que pierde hasta cuando cree haber ganado algo, el perdedor por excelencia, el perdedor sin ninguna excelencia, el puto perdedor de mierda. Tú y yo: nosotros.
Y no es lo mismo. Vaya que no es lo mismo.
En esta entrega de Por caminos raros Jesús y Txux, Panadero y Bodegas, cartografían con la maestría que acostrumbran el territorio y sus diversas curvas de nivel. Y nos regalan de paso una selección de textos y canciones que otros para sí quisieran.