En este episodio viajamos al corazón del Renacimiento para contemplar una de las esculturas más conmovedoras de todos los tiempos.
Con solo 24 años, Miguel Ángel talló en mármol blanco el dolor contenido de la Virgen María al sostener a su hijo muerto. Una escena de belleza serena, de fe silenciosa, de técnica deslumbrante y simbolismo profundo.
Hablamos del contexto histórico y artístico, del joven genio que firmó su obra en plena noche, del significado de cada gesto, cada pliegue, cada silencio. Y reflexionamos sobre el poder del arte para dar forma al misterio de la vida y la muerte.