Octubre 1 - Tu Devocional para el día de hoy
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. (Isaías 53:6)
Apartarnos de Dios , escoger nuestros caminos en vez de los de Él, ha sido la tentación más grande que ha vivido el hombre en toda la historia. Aun así, Dios en su infinito amor decidió acercarnos sobrellevando el mismo, el pago de nuestro pecado para volver a tenernos en sus brazos como sus hijos amados. Hoy es tiempo para que consideremos como es ese amor de Dios por mí y por ti, que aun sin merecerlo, fue el que abrió el camino para que regresáramos, y para que hoy a través de diferentes personas, a través de tu Iglesia, a través de ese grupo que te rodea con palabras, con amor, con actos, para decirte "Te Amo Hijo, no permanezcas más alejado, vuelve", nosotros pudiésemos traer nuestro corazón de vuelta al amor de Papá; este es día para que reflexionemos porque ese camino fue abierto para que viniésemos de vuelta, pero también para que entendamos que la relación la cuidamos nosotros, que la decisión de escoger a Dios, antes que el mundo, que las tentaciones y que los deseos de nuestro corazón, es solamente decisión nuestra. Este es día, para decidir, no vivir más apartados, sino para volver al amor del Padre que permanecerá para siempre; Nos espera en sus brazos para darnos el verdadero descanso. No estás solo, no estas desamparado, "Vuelve al Amor de Padre".
"Hoy Declaro que reconozco que nada puedo hacer apartado de Dios, más en Él Todo lo puedo, es mi verdadera fortaleza; reconozco que Muero sin Él y que con Él encuentro la paz, el regocijo y el propósito que mi vida y mi corazón necesitan. Gracias Padre, eres mi dependencia total"
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:35-39)
¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (Isaías 53:1-5)