El AGOTAMIENTO en ocasiones nos sobrepasa, tanto que queremos salir corriendo de nuestras responsabilidades, trabajo y aunque suene cruel hasta de nuestra familia. ¿𝐂ó𝐦𝐨 𝐚𝐟𝐫𝐨𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐜𝐢ó𝐧?
Tener múltiples actividades durante el día, no es problema para tu cuerpo -evolucionado millones de años- porque tiene la capacidad para repararlo durante el sueño; eso quiere decir, que al día siguiente puedes volver hacer tus actividades con normalidad, con energía, con ganas, con fuerzas.
Pero a pesar de que estás durmiendo mejor, eso no pasa; entonces ¿Por qué sigues levantándote cansada y te cuesta tanto mantener tu rutina de actividades?
La respuesta está dentro de tus células, para recuperar tu cuerpo del cansancio y repararlo del desgate diario que tienes, tus células necesitan como materia prima algunos micro y macros nutrientes.
Una buena alimentación, incluso balanceada, no será suficiente en tu caso de cansancio para reponer estos nutrientes. Debido a tu actividad aumentada tanto física como mentalmente, estás sobre-consumiendo estos nutrimentos, inclusive llegar a una des-compensación y presentar síntomas, como: Falta de sueño, todo te estresa, depresión, caída abundante de cabello, se te rompe fácilmente las uñas, se van las ganas de estar íntimamente con tu pareja y la más notoria todos los días la falta de energía.
𝐋𝐨𝐬 𝐞𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐦á𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐞 𝐭𝐮 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨 𝐬𝐨𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬: Magnesio, Selenio, Zinc, Cobre y vitaminas B. Mi recomendación médica es que, si presentas unos de estos síntomas empieces a suplementarte con estos... te ayudará mucho a regular tu cuerpo.
Ahora, es cierto que todos nosotros tenemos diferentes tipos de actividades con diferentes grados de estrés, por ejemplo, algunos presentan más cansancio mental que físico.
En estos casos, es mejor dirigir la suplementación para cada situación, si necesitas una orientación sobre que suplementos tomar puedes contactarte a nuestros centros, todo nuestro equipo está capacitado para guiarte en la selección del suplemento ideal para tu tipo de cansancio sea este un desgaste emocional, físico o mental.