Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.
Isaías 40:1
En los tiempos que estamos viviendo parecería que nos estamos acostumbrando a las malas noticias, a escuchar palabras de angustia, de enfermedad, de crisis, y nuestro corazón se va llenando y cargando de tristeza y preocupación.
Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos;
Isaías 45:2
Pero el Dios tiene para su pueblo palabras de consuelo, y también palabras de restauración para cada uno de nosotros,