La última etapa de la Vuelta en Madrid fue suspendida por las protestas propalestinas, obligando a los ciclistas a realizar una ceremonia de premiación improvisada en un garaje. Jonas Vingegaard, Joao Almeida y Tom Pidcock organizaron su propio podio en el parking del hotel que compartían los equipos Visma y Q36.5, evidenciando el caos que marcó la competición ciclística española.

Los tres ganadores se subieron a unas neveras y posaron con sus trofeos durante una hora ante las cámaras en una imagen que simboliza el final de la Vuelta marcada por el caos y las protestas constantes. También participaron todos los portadores de maillots y el equipo UAE por la clasificación general, con Mario Riccitello del Israel como mejor joven de la competición.

Sin ceremonia oficial en el Paseo de la Castellana, los ciclistas quisieron su foto de recuerdo en este podio alternativo. Vingegaard con la maglia roja, Almeida con los colores del UAE y Pidcock con el Q36.5 crearon una postal histórica que refleja el espíritu de los corredores para encontrar momentos de camaradería incluso en medio de la tormenta de protestas ciclísticas.

Respaldo político a las protestas

Pedro Sánchez expresó públicamente su "admiración" a quienes boicotearon la Vuelta durante un mitin en Málaga. El presidente manifestó "reconocimiento y respeto a los deportistas, pero también admiración a un pueblo como el español que se moviliza por causas como la de Palestina", legitimando las acciones que impidieron el desarrollo normal de la competición.

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, se congratuló de la cancelación de la última etapa asegurando que la ciudad fue "ejemplo de dignidad" con las protestas. Martín declaró que Madrid "envió al mundo un mensaje de solidaridad con el pueblo palestino" y defendió que solo hubo "dos detenidos entre 100.000 manifestantes".

Las autoridades socialistas respaldaron así las protestas que convirtieron la Vuelta en un espectáculo político, comprometiendo una de las competiciones ciclísticas más importantes del calendario deportivo español y generando una crisis sin precedentes en el deporte nacional.