“Todo el mundo sabía que lo estaba intentando, escribiendo con todos y cada uno, escribiendo de noche, pasando días esperando citas en las oficinas y viajando con distancias interminables en el metro para trabajar con algún compositor desconocido que vivía muy mal y se había ido a los suburbios, pero que tenía una melodía que podría ser un éxito”. JM.

Con José Manuel Corrales.

París en primavera tuvo un estreno exitoso en San Francisco el 3 de noviembre de 1930 en el Teatro Curran. Los críticos destacaron la exuberante belleza de las melodías de Kalman, pero también señalaron que "John Mercer ha hecho un trabajo profesional al adaptar las melodías a las letras norteamericanas".

Con José Manuel Corrales.

Justo antes de partir hacia California en septiembre de 1930, y quizás debido a su inminente partida, su relación con Ginger dio un giro íntimo. "Algún día, espero que descubras cuán real y sincero es mi amor por ti; no es posible que lo sepas por nada de lo que digo, porque si lo intento, nunca podría acercarme al sentimiento real”. Johnny Mercer.

Con José Manuel Corrales.

Los días y las noches de Mercer en Nueva York serían el callejón sin salida de su carrera. "Nadie sabía realmente cómo me sentía o qué tan bajo me sentía en ese momento. Fue el punto más infernal de mi vida profesional”. 

Con José Manuel Corrales.

Al entrar en el mundo musical en 1928, Johnny Mercer había escuchado la mezcla de música popular más rica de la historia en Norteamérica: Paul Robeson cantando "Ol' Man River"; Ethel Waters, interpretando “Am I Blue?”; Duke Ellington tocando “Basin Street Blues”; Bing Crosby y los Rhythm Boys “Mississippi Mud” y,  entre otros, Louis Armstrong interpretando “I Can’t Give You Anything but Love”. 

Con José Manuel Corrales.

“Eran alrededor de las cinco de la mañana, el sol salía detrás de los rascacielos y un viento frío azotaba mi camisa de franela gris mientras estaba de pie en la terraza, en la barandilla asimilando todo”. Johnny Mercer

Con José Manuel Corrales.

Un amigo de Johnny Mercer recordó que “muchas veces, en lugar de bailar, se sentaba en el borde del escenario y golpeaba los pies al ritmo de la melodía y hacía todo tipo de onomatopeyas—seguir todo y agregarle cosas locas. Pero él era un músico de palabra. Estaba en su sangre”.

Con José Manuel Corrales.

La principal distinción de Johnny Mercer en Woodberry Forest fue su profundo conocimiento de la música popular, en particular del jazz más candente que emanaba de los artistas negros y sus imitadores blancos.

Con José Manuel Corrales.

Cuando Irving Berlin era camarero en un bar de Chinatown, Johnny Mercer era acunado por su niñera negra. Cuando George Gershwin dejó el instituto para tocar el piano en la Calle 28, conocida como Tin Pan Alley porque albergaba las cacofónicas oficinas de muchas editoriales de partituras, Johnny Mercer era niño de coro en la Iglesia Episocpal de Cristo. Cuando Richard Rodgers y Lorenz Hart luchaban por colocar sus ingeniosas canciones en los musicales de Broadway, Johnny Mercer se dedicaba a gastar bromas en un elegante colegio de Virginia.

Con José Manuel Corrales.

Pocos en la era de las grandes orquestas se ganaron el respeto de sus compañeros como lo hizo la talentosa Dolores O'Neill, la Katharine Hepburn del Swing. Un aspecto destacado de la carrera de Tilton fue su aparición en el histórico concierto del 16 de enero de 1938 en el Carnegie Hall. Fue el primer concierto de una banda de jazz en la sala de música clásica. 

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