Déjate guiar por las manos de aquel que es el único capaz de transformar tu vida, de restaurar tu corazón y de hacerte una nueva persona; el proceso no será fácil y te dolerá, pero te aseguro que Él te sostendrá.

¡Dame Dios un corazón dispuesto y sensible a tu voz para hacer tu voluntad y no la mía; ven Espíritu Santo, ven y regálame el discernimiento que mi corazón necesita para estar vigilante y aprender a identificar la voz del Padre ante el ruido del mundo!

¨Pero tú cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu padre que esta en lo secreto; y tu padre que ve en lo secreto te recompensará¨. Mateo 6,6.

Porque ante los ojos del padre tú y yo somos un tesoro, no importan las heridas que te haya dejado tu pasado o los errores que hayas cometido; confía y abandónate en Dios, Él puede restaurar tu vida y hacerte un verdadera obra nueva. 

Renuncia a esas batallas que te llevan a tomar decisiones equivocadas; suelta las riendas y entrégalas a Cristo, solo Él sabrá conducirte hacia la puerta estrecha y de vida eterna.

¡Confía en Dios! Él es el único que puede dar una experiencia de vida humana diferente, ser sostenidos y acogidos en la vida eterna.

Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia. Así hallarán el discernimiento y las respuestas, independientemente de las piedras en el camino.

Señor me has mirado a los ojos y sonriendo, llamándome por nombre propio; me has regresado la vida...

Tomar decisiones a la manera de Jesús, afinar nuestro oído a la voz de Dios...

¡Regalarle paz a nuestra alma!

Hasta los discípulos de Jesús, se enfrentaron a momentos en los cuales sintieron que sus fuerzas y palabras no eran suficientes para salir victoriosos.

¡Aprendamos que hay algunas situaciones que solo pueden enfrentarse y combatir con ayuno y oración!