El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció solemnemente que "la guerra de Gaza ha terminado", un acontecimiento que calificó como "impensable" y que según él abre la puerta definitivamente a una nueva etapa de "paz en Oriente Próximo". La histórica declaración tuvo lugar al cierre de una cumbre de paz en Sharm el Sheij (Egipto), que reunió a más de una veintena de líderes mundiales.
Durante su discurso ante los mandatarios internacionales, Trump celebró la liberación de los últimos 20 rehenes vivos que permanecían en manos de Hamás, un paso previo a la entrega de otros 28 cuerpos de personas asesinadas durante el cautiverio. También destacó que la ayuda humanitaria comienza a ingresar con mayor fluidez en la Franja de Gaza, donde la ONU declaró formalmente la hambruna el pasado mes de agosto tras dos años de bloqueo.
El mandatario estadounidense expresó su deseo de que el acuerdo impulsado directamente por su administración entre Israel y Hamás represente "algo más que el fin de la guerra de Gaza", y se convierta en "un nuevo comienzo para todo Oriente Próximo". Esta declaración sugiere ambiciones más amplias de reconfiguración geopolítica regional.
Trump afirmó que aspira a construir una región "fuerte, estable y próspera", en la que todos los países "rechacen el terrorismo de una vez por todas". Esta referencia al terrorismo incluye implícitamente a Irán y sus milicias proxy que operan en múltiples países de la región.
Asimismo, el presidente alentó a nuevas naciones árabes e islámicas a sumarse a los Acuerdos de Abraham para normalizar sus relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, expandiendo el marco de paz establecido durante su primera administración que ya incluye a Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán.