Esta semana en Turismo Cars hemos probado uno de los coches más curiosos que se venden ahora en el mercado español, el Invicta Electric Spartan.
Estéticamente estamos ante un coche antiguo, tanto es así que este vehículo es una adaptación eléctrica del UAZ Hunter (UAZ 469) que se presentó hace 53 años. La parte frontal es muy característica de este tipo de todoterrenos, con unos faros delanteros redondos y sencillos y una parrilla en esta ocasión tapada. En el lateral continuamos apreciando esa estética completamente ruda de este vehículo soviético en el cual nos ha llamado la atención cómo cortan las puertas. En la parte trasera, y a diferencia del modelo original, tenemos una escalera incorporada de serie aunque no hay ninguna rueda de repuesto en el portón trasero.
Aunque parezca que no, este coche es compacto, con cuatro, cero cinco metros de largo por 1,73 metros de ancho y una altura de 2,02 metros. La distancia entre ejes se sitúa en 2,38 metros.
El interior también es simple. Tanto lo es que la única pantalla que tenemos es el cuadro de instrumentos, muy completo además. Los materiales aquí directamente son la chapa del propio vehículo. Los asientos delanteros tienen un mullido un poco más incómodo y con un concepto más rudo que el de cualquier otro vehículo.
Las plazas traseras son un punto absolutísimamente positivo de este vehículo basado en uno hecho hace medio siglo, con un espacio aceptable para la cabeza y con espacio muy aceptable para rodillas y pies. La plaza central sorprende, debido a que no es mucho más estrecha que las otras dos laterales, ofrece el mismo mullido además de la inexistencia de túnel de transmisión.
Conduciendo en ciudad el Spartan, desde fuera se siente como un vehículo absolutamente diferente, incluso hasta muy raro de ver. Dinámicamente ayuda a que en la adaptación le hayan puesto dirección asistida. Para aparcar en la calle el tamaño tampoco es un grave problema, excepto en los parkings subterráneos.
En carretera secundaria practicando una conducción alegre o deportiva, nos ha sorprendido la dirección desmultiplicada y poco informativa. Los cabeceos y balanceos de la suspensión son prácticamente excesivos y habría que mejorar los frenos debido a su poca respuesta.
En autovía y autopista es completamente donde se ve que es la antípoda de cualquier otro vehículo actual, con cero insonorización, cero aire acondicionado (en su lugar se abre la ventanilla), aunque los 163 caballos de su único motor eléctrico responden muy bien, una pena que por su homologación su velocidad máxima permitida sea de 90 km/h.
Fuera el asfalto el Spartan es donde saca a relucir su lado natural, porque su suspensión y su chasis de ballestas va como ningún otro ante situaciones complicadas. Es un vehículo completamente multiusos fuera del asfalto y adecuado para vigilancia o alguna finca.
El precio sin ningún tipo de descuento ni promoción de este Spartan es de 70.095 euros con IVA, aunque con un descuento oficial de la marca te lo puedes llevar desde 47.584 euros sin incluir IVA.
A modo de conclusión, la aparición en el mercado por parte del grupo Invicta del Spartan nos ha hecho reflexionar el por qué este vehículo que data de más allá del 1971 se puede vender 53 años después y el Citroën C15 lanzado trece años después se dejó de vender en el 2006. ¿Es recomendable la compra de este curioso vehículo? La verdad es que no, si lo miramos desde el punto de vista racional y comparándolo con otros todoterrenos de gasolina como el INEOS Grenadier, el Toyota Land Cruiser o el Mercedes-Benz Clase G. Esta es una compra más bien pasional para quien busque algo diferente y si le importa o no que sea eléctrico.
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Capítulos
0:00 Intro
0:53 Estética y dimensiones Invicta Electric Spartan
3:42 Interior Invicta Electric Spartan
7:13 Conducción Invicta Electric Spartan
10:43 Off-road Invicta Electric Spartan
12:29 Conclusión