Un alma en Cristo https://unalmaencristo.my.canva.site/redessociales 🎧 Audio 146 📕 Libro II Un alma en Cristo 25 de octubre de 1992 𝕊𝕠𝕪 𝕣𝕖𝕡𝕖𝕥𝕚𝕥𝕚𝕧𝕠 Hay que hacer una reunión del Grupo. Pienso que ya saben lo que tienen que hacer. Pero yo me atrevo a preguntarte. Señor, ¿quieres decir algo? Hija mía, Yo siempre quiero decir algo; pero Soy repetitivo pues siempre mis palabras van dirigidas a lo mismo: a salvar almas. Yo, vuestro Dios, os comunico, os digo que no hay tiempo; mi angustia es grande. Viendo el estado de tantas almas, mi amor se consume y mi tristeza es grande, pues veo como las almas se alejan de Mí. Yo, Jesús, os exhorto a predicar mi santo Nombre, a difundir mis Mandatos, a amar a los pecadores. Hoy que empezáis –se podría decir así– una nueva temporada como Grupo de María Auxiliadora, he de deciros, hijos míos, que sigáis adelante. ¡Hay tanto que hacer! No hay tiempo para discutir qué agrada más al Señor. No es hora de preguntaros ¿qué puedo hacer?, sino que es ya tiempo de hacer y de vivir en Mi adorado Corazón. Vivir en Mí no es más que: entregarse sin reservas y amar. Amar a vuestro Dios y a vuestro prójimo más que a vosotros mismos. ¿Cómo podría Yo decir sin palabras la urgencia de este caminar en mi santo Nombre? Está mi Gracia, pero para muchos no es más que una sensación de querer hacer, que luego se olvida, quedándose sólo en el intento. Por ello mis palabras son repetitivas y creo que, para muchos, pesadas. Pero Yo os digo: hijos míos, trabajar para Mí es el mayor don que os puedo dar, pues todo trabajador recibe su salario. El hombre es a menudo mezquino al pagar a sus obreros. Yo soy el Señor y nada me guardo para Mí porque lo Soy todo. Como todo lo doy y pago a manos llenas, por ello no os durmáis; seguid en la viña del Señor, haced todo cuanto podáis.
Yo os colmaré con mi Gracia y, en mi Gracia, encontraréis la Paz. Os digo, hijos míos, que se acercan tiempos de pruebas de verdadera angustia y que deberéis apretaros unos con otros. Pero nada debéis temer; sólo temeréis el pecado, la soberbia y el desamor. Cubriros con el escudo de mi amor y entregaros, como hijos de Dios vivo, amando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Grupo María Auxiliadora (1992). Un alma en Cristo Libro II