Arizona Donnie Clark nació en Missouri en 1873. Con 19 años se casó con George Barker, con quien tuvo cuatro hijos: Herman, Lloyd, Arthur y Fred. El marido se fue de casa al poco tiempo y ella, convertida en Kate Barker tuvo que criarlos sola con los escasos recursos de que disponía. El poco interés que tenían por los estudios y los entornos conflictivos que frecuentaban, pronto convirtieron a los chicos en delincuentes juveniles y a su madre en asidua a las comisarías, donde montaba berrinches y números estridentes para suplicar que los liberasen cada vez que los arrestaban.
Con el tiempo, los delitos y la fama de todos ellos fue creciendo y, bautizados como ‘Los Barker Karpis’ se convirtieron en uno de los grupos criminales más buscados. Cometían robos, secuestros, atracos y extorsiones. El papel que la madre, conocida ya por todos como ‘Ma’ Barker, tuvo en todas estas actividades delictivas no ha quedado nunca claro. Era evidente que estaba al corriente y que colaboraba con ellos, pero la imagen de líder y planificadora que tuvo entre la opinión pública no ha sido nunca demostrada.
El mito de Ma’ Barker acabó convirtiéndose en leyenda de la historia criminal el 16 de enero de 1935. Fue en una persecución policial, en que ella y su hijo Fred fueron acorralados por el FBI en una cabaña, en la orilla del lago Weir, en Florida. Los agentes rodearon la casa y empezaron un tiroteo que duró cuatro horas y en el que se dispararon más de dos mil balas. Como consecuencia de este fuego cruzado, la matriarca de la banda murió por el impacto de los disparos. En el sumario policial se recogió que «Ma’ Barker había caído con una metralleta en las manos».