La casa de Amityville, en Long Island, Nueva York, la madrugada del 13 de noviembre de 1974 se convirtió en algo más que un simple hogar en los suburbios de Estados Unidos.
En ese lugar tuvo lugar una brutal escena del crimen cuando Ronald DeFeo Jr. incursionó por los pasillos de la casa de Amityville, con un rifle, y asesinó a sus padres y a cuatro de sus hermanos mientras dormían.
Luego DeFeo dio lugar a la leyenda más inquietante de lo que pudo haber sucedido esa noche. El criminal afirmó que había voces en su cabeza que le instaban a matar, y algunos todavía hoy creen que, en realidad, estaba escuchando a los espíritus malignos que residen en la casa.