En la época que estamos estudiando este sermón del monte, muchos hacen promesas y buenos propósitos de navidad y año nuevo, hasta los incrédulos dicen a sus vecinos y compañeros o familiares “feliz navidad” y “feliz año”, o “felices fiestas” para no sentirse tan religiosos, pero disfrutan sus parrandas con ocasión de una festividad con carácter religioso, al menos en principio, pues hoy no es más que estrategia comercial