Todo creyente es administrador de la multiforme gracia de Dios, 1 Pedro 4.10; y todo administrador de ser fiel en su encargo, 1 Cor. 4:2. En la iglesia, Dios ha puesto siervos –esto es esclavos, administradores de su Palabra y sus sacramentos, para ilustrar por medio de su enseñanza y predicación, y por medio de su vida, cuál es la vocación del creyente, cuál es el llamado del Cristiano, cuál es la vida de la iglesia, tal como estudiábamos en el verso 6 de este capítulo de la carta del apóstol Pablo a Tito.