Noemí era una señora casada con un buen hombre que tomó una mala decisión, que le cambió la vida. La amargura no tardó en aparecer y afectar su carácter y bondad. Ella nos enseña 3 consecuencias de un corazón amargado.

¿Alguna vez le has fallado al Señor o a alguien que ha confiado en ti? ¡Cómo te sentiste? La sensación deja un sinsabor, además de gran vergüenza. Levantarse nuevamente es la tarea a realizar pero no siempre es tan fácil. Jesús nos enseña la diferencia entre el que se restaura y el que muere en el intento.

La zona de confort no es necesariamente un lugar cómodo o agradable. Es más bien un lugar de conformismo, donde la persona se estaciona, no avanza y se estanca. Salir de allí es algo que el Señor procura que hagamos, para cumplir propósito, sueños, vida.

Cuántas veces te habrás encontrado con decisiones a tomar y no sabes qué hacer. Un corazón dividido siente que está en una encrucijada...pero ¿qué ocasiona que el corazón se divida? Veamos algunas causas.

Cuando se usa una apariencia, para mostrar a los demás felicidad, éxito, status, con el transcurrir del tiempo se va convirtiendo en máscaras y se va perdiendo la autenticidad, que ese sello que hace única a una persona.

¿Alguna vez te has encontrado discutiendo con el Señor? Le sucedió a Job. No entendía por qué estaba viviendo esa situación. Hasta que el Señor le habla y le hace preguntas, no para avergonzarlo, sino para llevarlo a ver la situación desde Su perspectiva.

La paz interior es innegociable. Es tan importante que el Señor es llamado Dios de paz. En el Sermón del monte, Jesús a los pacificadores (constructores de paz), los llamó hijos de Dios. Pero como es tan valiosa, hay situaciones, personas y hasta lugares, que son ladrones de paz.

Cerrar ciclos es ponerle punto final a una situación, que pudo haber sido buena en algún momento, pero que obstaculiza el avance a cosas nuevas y mejores de parte del Señor. No es fácil, pero contamos con el favor del Señor, para acompañarnos a finalizar y avanzar a lo que Él nos tiene preparado.

Todas las emociones que poseemos, son para manifestar sentimientos y ayudarnos en cada momento de la vida. La alegría es una emoción básica y se manifiesta desde una sencilla sonrisa hasta el buen sentido del humor. Salomón en Proverbios habla bastante sobre el beneficio de la alegría a nuestra salud física y mental.

Es maravilloso ver cómo Dios creó lo que vemos, de lo que no se veía, sólo con Su Palabra. Nosotros también hemos recibido ese poder, de crear por medio de las palabras. Salomón dijo que de la boca sale vida o muerte...cada quién depende qué desea en su vida.