El texto presenta un comentario espiritual y análisis de la lectura del Evangelio según San Lucas (8, 1-3), enfocándose en el papel de las mujeres en la misión de Jesús. Se destaca que, además de los Doce, Jesús era acompañado por mujeres como María Magdalena, Juana y Susana, quienes lo seguían tras haber sido curadas de diversas aflicciones y le servían activamente con sus bienes o recursos. La fuente argumenta que estas mujeres no eran espectadoras, sino discípulas esenciales que demostraban que el discipulado implica una respuesta de amor tangible y corresponsabilidad en la tarea de evangelización, desafiando las normas sociales de la época. Además, proporciona datos curiosos sobre los personajes, como el origen de "Magdalena" y el estatus social de Juana, y ofrece sugerencias prácticas para aplicar el mensaje del Evangelio a la vida diaria.