Este texto es una homilía o reflexión religiosa centrada en el Evangelio de San Lucas (17, 11-19), que narra la sanación de los diez leprosos. El pasaje destaca que, de los diez curados, solo uno, un samaritano considerado un extranjero, regresó a Jesús para expresar su profunda gratitud y alabar a Dios. La reflexión subraya que el verdadero milagro no fue solo la curación física, sino la respuesta del corazón, contrastando al samaritano agradecido con los otros nueve ingratos. El mensaje central enfatiza que la gratitud es una actitud esencial del alma que conduce a una sanación más profunda, la salvación, tal como lo expresa Jesús al decir: "tu fe te ha salvado." El propósito del texto es interpelar al lector a cultivar un corazón agradecido en su vida diaria, reconociendo que todo es un don de Dios.