En este podcast contamos con la colaboración de Airbnb https://www.airbnb.es/. Te voy a contar algunas experiencias que he tenido disfrutando de sus servicios, que seguro te van a dar buenas ideas a la hora de viajar.
Primero hicimos el podcast de “Coches que me asustaron”, luego una segunda entrega titulada “Coches que me decepcionaron” y ahora llega la tercera, consecuencia de las anteriores: Coches de los que esperaba poco... ¡y me sorprendieron! Claro está que para bien.
Os traigo 10 casos en los que mis “tablas” de periodista no impidieron que los coches me sorprendiesen.
Opel Kadett (1984).
Este coche me sorprendió. El motor era una delicia, gastaba poco, no poco, ¡muy poco! Corría, era establa, cómodo y de una calidad para mi casi desconocida en un coche de esa categoría. En esos años Opel estaba muy fuerte... no como ahora.
Citroën Visa GTi (1985).
En esta lista hay 3 Citroën… curioso. El Visa era un coche que convencía, pero no enamoraba… no era esa su función. Pero no fue el caso del GTi. No sé si por la mayor ligereza del Visa, si por sus 30 mm extras de distancia entre ejes o por la puesta a punto, pero este Citroën no resultaba tan dulce como el 205, pero era en mi opinión más eficaz, mucho más barato y me sorprendió…
Peugeot 205 GTX (1986).
Ya había probado el 205 GTi de 105 CV y me había gustado mucho por su equilibrio entre prestaciones, confort y facilidad de conducción. Pero era un coche carísimo, mucho más que sus rivales. Cuando en 1986 pude probar el GTX con motor 1.6 de 96 CV, me pareció una opción más recomendable que el carísimo GTi con 9 CV más. La estética era muy parecida, el comportamiento similar y resultaba mucho, muchísimo más barato.
Fiat Tipo (1988).
El Tipo, venía a sustituir al Fiat Ritmo, un coche que conocía muy bien, tanto en versión Fiat como Seat, como Ritmo o como Ronda, prácticamente lo mismo. Un coche, el Ritmo, que no me entusiasmaba mucho si he de ser sincero. Y esperaba que el Tipo fuese mejor… pero no “tanto” mejor. Para comenzar al natural me pareció precioso el diseño conjunto entre I.DE.A Institute (Turín) y el Centro Stile Fiat bajo la dirección del diseñador Ercole Spada.
BMW 318i (1989).
Hablo de la generación E30. Había probado el 320i con motor 2 litros de 6 cilindros en línea y 125 CV. No era un motor con muchos bajos, pero era “finísimo” y subía de vueltas que daba gusto. También había probado el 318i con motor de 4 cilindros 1.8 y 110 CV. Más equilibrado, por peso, pero de escasa potencia par ser un BMW. Y de repente BMW anuncia si 318is, con el motor de 318, pero con culata de 16 válvulas y 136 CV.
R19 16v Cabrio (1991).
El R19 ni siquiera en sus versiones más deportivas, era un coche que despertase pasiones por su estética. Y pensé: Pues si a un R19 16v le quitamos el techo y el coche es menos rígido… pues, pero para todo.
Fiat Coupé (1993).
Este modelo en 1996 llegó a montar el maravilloso motor de 5 cilindros con 20 válvulas y turbo que desarrollaba 220 CV. Pero el que yo probé llevaba el motor del Integrale, pero “rebajado” a 185 CV. El bastidor de este coche, muy afinado, guardaba un “as” en su manga: El uso de autoblocante Fergusson.
Audi A3 (1996).
Recuerdo que era director de una revista mensual y en el último momento nos llegó la info del Audi A3. Escribí yo mismo, con prisas, el reportaje hecho con fotos e información oficiales y cambiamos la portada poniendo una buena foto de A3 y el titular de “El Golf de Audi” que es la conclusión que saqué leyendo el dossier oficial de la marca. Periodísticamente fue un acierto porque la revista se vendió bien. Pero cuando por fin pude probar el A3 me di cuenta de mi error:
Citroën Berlingo (1996).
La propuesta de Citroën con el Berlingo parecía muy sensata: Diseñar un coche desde cero pensado en hacer una pequeña furgoneta. Llegó a la redacción y me la llevé esa tarde… después de tres semáforos y apena un kilómetro me enamoré de la Berlingo.
Citroën Xsara Picasso (2000).
Lo del nombre Picasso, que por cierto no fue nada fácil, me parecía. Pero un nombre bonito no hace mejor a un coche. Pero una vez que lo probe… ¡me pareció genial! De repente la mecánica y bastidas del sencillo Xsara lucia más, la visibilidad era magnifica, el coche amplio y práctico, y además de confortable tenía una estabilidad a prueba de bombas…