Día 20 de Ayuno: Una fe del tamaño de una semilla de mostaza
“Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: ‘Muévete de aquí hasta allá’, y la montaña se movería. Nada sería imposible.” Mateo 17:20
No se trata del tamaño de nuestra fe, sino del tamaño de nuestro Dios. Jesús nos enseña que una fe tan pequeña como una semilla de mostaza puede mover montañas, porque el poder no está en nuestra capacidad, sino en Aquel en quien confiamos.
Muchas veces creemos que necesitamos una fe gigante para ver milagros, pero la realidad es que solo necesitamos fe genuina, aunque sea pequeña, y mantener nuestros ojos en Jesús. Pedro caminó sobre el agua con una fe pequeña, pero cuando permitió que la duda creciera más que su confianza, comenzó a hundirse.
Si sientes que tu fe es débil, recuerda que Dios no te pide una fe inmensa, solo una fe real y constante. La fe crece cuando escuchamos y meditamos en su Palabra.
Sigue creyendo, sigue declarando, sigue confiando, porque nada es imposible para Dios.