Un enfermo de tuberculosis acude, desesperado, a una curandera. Ella le dice que hay un remedio milenario para curarse: beber la sangre de un niño y arrancarle sus mantecas para ponérselas sobre el pecho. El enfermo la cree y paga por el asesinato del niño para beber su sangre mezclada con azúcar. Ocurrió en el pueblo almeriense de Gádor, en 1910: un joven secuestró a un niño de 7 años, lo metió en un saco y lo llevó hasta la guarida de los asesinos. Este crimen espantoso fue el resultado de la miseria, el engaño, la ignorancia y la superstición. Fue un aviso de lo imprescindible que es la escuela y la ciencia. Y en este capítulo escucharás también a uno de los mejores antropólogos forenses del mundo: Francisco Etxeberría.
Y si quieres escuchar contenido extra, participar en nuestros encuentros mensuales y otras fanfarrias, hazte socio del Club El Extraordinario. Tienes toda la información aquí o en elextraordinario.com/club
¡Te esperamos! 🍸
Encuéntranos en:
elextraordinario.com
Nuestra newsletter
Y síguenos en:
Instagram @elextraordinario.wtf
X @extraordinario
Tiktok @el_extraordinario