Más allá de los anuncios, las versiones de cambios de funcionarios y esos recursos electorales de raíz peronista, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, la pregunta es si el descontento resulta tan impactante, tan mayúsculo, como para que la sociedad toda se ponga a las puertas de un regreso al modelo macrista, el sistema de ajuste y especulación, del estado ausente, que tanto daño nos ha causado, en el brevísimo plazo de dos años. La respuesta, la tiene el pueblo, con el riesgo de incurrir en el error, cuando en la mitad de noviembre volvamos a decidir en democracia.