Durante las últimas semanas, El Faro ha ido a territorios otrora impenetrables, ha hablado con líderes pandilleros, con víctimas de esos grupos criminales, con policías y representantes de organizaciones no gubernamentales. Todo indica que, luego de diez meses de régimen de excepción, en el que han sido suprimidas garantías constitucionales básicas y se han registrado masivas violaciones a los derechos humanos, el esquema del presidente Nayib Bukele ha conseguido desestructurar a las pandillas en El Salvador, desbaratando su control territorial, su principal vía de financiamiento y su estructura interna.