Viajamos al pueblo fantasma de Misnebalan, en Yucatan. Un asesinato, el abuso a un niño y un suicidio, convirtieron a esta próspera aldea en lugar maldito, donde las psicofonías, las apariciones y los sucesos paranormales, atraen cada año a decenas de turistas e investigadores del misterio.

Un hombre, obsesionado con tener hijos, acaba perdiendo la cordura, hasta el punto de convencerse de que su mujer está poseída por el diablo y que la maldición de no tener descendencia se haya en la sangre de su esposa. La asesina mientras duerme. Lo hace con un cuchillo, seccionándole la garganta. La mujer muere y su fantasma y el del hombre tras su fallecimiento, varios años después de haber matado a su esposa, vagan por la casa. Convirtiendo una hermosa villa en una terrorífica vivienda, en la que sonidos inexplicables, notas disonantes de un piano que nadie toca y la visión de la mujer ensangrentada, forman parte del día a día del lugar. ¿Quieres pasar miedo? Visita Maple St, súbete a tu escoba y vuela con nosotros hasta Ithaca.

Su nombre real era Enriqueta Martí, nació en Sant Feliú de Llobregat en el año 1868 y era una vampira. No se bebía la sangre de sus víctimas, pero sí la utilizaba para hacer ungüentos y pociones mágicas, que la gente adinerada no dudaba en comprar sin reparar en su procedencia. Guardaba con celo una lista en la que figuraba el nombre de sus clientes, gente adinerada e influyente. En esta ocasión, no hay lugar para plantearse di fue realidad o ficción, pero sí, para preguntarse por qué no se hizo público el listado de nombres, de clientes, que tenía Enriqueta. Ni por qué no fue juzgada durante más de año y medio, tiempo que estuvo en prisión.