La colonia mormona LeBarón, ubicada en el noreste de Chihuahua, fue fundada en 1924, pero ha cobrado mayor relevancia desde 2009, debido a diversos hechos violentos que han afectado a sus integrantes, el más reciente de ellos el asesinato de tres mujeres y seis menores de edad, el pasado 4 de noviembre de 2019.
En mayo del 2009 fue secuestrado Eric LeBarón y sus captores exigieron un millón de dólares, hecho que provocó protestas que finalmente resultaron en la liberación del joven sin pago de por medio.
“Ese día se juntó la comunidad y platicando determinaron que todos estábamos en riesgo, que si pagábamos iban a venir por otros. Así que optaron por acudir al gobierno e hicieron manifestaciones en Chihuahua con la esperanza de que saliera vivo. Y sí apareció”, contó en 2011 Ariel Ray, expresidente municipal de Galeana, a la reportera Marcela Turati para un reportaje publicado en la revista Proceso.
Dos meses después, el 7 de julio de 2009, hombres armados
asesinaron a Benjamín LeBarón, hermano de Eric y uno de los líderes de la Colonia. Benjamín fue asesinado en su casa junto con su cuñado, Luis Whitman.
Julián LeBarón, hermano de Eric y Benjamín, fue uno de los fundadores del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia.
La familia LeBarón, compuesta por más de 5 mil integrantes, están dispuestos a buscar, ellos mismos, a los responsables de la masacre de nueve de sus miembros, para llevarlos ante la justicia y conocer qué autoridades los protegen.
Así lo expresó Julián LeBarón, familiar de las víctimas y líder de la comunidad mormona afincada en Chihuahua, en entrevista para Aristegui en Vivo: “Todos estamos de acuerdo en que nosotros tenemos que saber quién lo hizo, y si necesitamos pedirle ayuda a Estados Unidos o a quién sea, nosotros vamos a dar con quienes fueron y por qué lo hicieron”.
Al igual que muchos de los miembros de la familia LeBarón, las nueve víctimas tenían la ciudadanía mexicana y estadounidense, explicó Julián, quien conformó en 2009 una guardia comunitaria armada para defender a su comunidad del crimen organizado.
“Nosotros tenemos doble nacionalidad, pero somos mexicanos, aquí nacimos, pero creemos que la libertad nos la da dios, no nos la da el gobierno, y tenemos todo el derecho de defenderla, tenemos la obligación de defenderla”.
Julián LeBarón consideró que lo que sucedió a sus familiares es parte del riesgo que corren todos los mexicanos en los caminos y carreteras del país.
“Hasta cierto punto, todos hemos sido cómplices, porque tenemos al gobierno más grande y más caro de toda la historia que es incapaz de darle seguridad a los mexicanos”.