Líbano atraviesa por una crisis económica desde el año 2019 que ha provocado un deterioro en la calidad de vida de sus habitantes. Para hacer frente a la situación, el Gobierno ha subsidiado algunos productos básicos pero los ciudadanos denuncian que estos son guardados por los comercios para vender aquellos que no cuentan con subsidio. A pesar de los costos, se han hecho frecuentes las luchas entre clientes por adquirir algunos alimentos y las tensiones entre clientes y gerentes de establecimientos a quienes denuncian de cambiar el empaque de los productos subsidiados.