El Amorebieta ha logrado, por fin, una victoria que llevaba buscando durante diez jornadas, pero se le estaba resistiendo por diferentes motivos. Además, la contundencia y el rival ante el que llegó el triunfo, suman más confianza al equipo, 4-1 frente a todo un Real Valladolid. Protagonista, sin duda, fue Iñigo Orozko que abrió la lata para los azules y asistió a Olaetxea en el segundo. Al margen de su eficacia, peleó todos los balones y oxigenó el juego recibiendo de espaldas. "A un delantero siempre le da moral meter goles. Desde Burgos he tenido ocasiones, pero por acierto del portero y fallo mío no conseguía anotar. Este gol me da confianza", ha destacado Orozko.

El delantero del cuadro zornotzarra, ha destacado que "nos hacía falta una victoria para recuperar esa moral otra vez". Fue un partido en el que "nos salió todo lo que habíamos trabajado muy bien". Sin tiempo para más festejos, ya piensa en el próximo partido frente al Alcorcón: "Muy importante porque si sumas tres puntos abres más brecha con ellos y si podemos sacar 7 puntos en esta semana mejor que mejor". Asimismo, Orozko ha subrayado que "el Amorebieta es una familia que rema en la misma dirección y si todos empujamos será más fácil lograr el objetivo".