La vida está llena de decisiones y muchas de esas decisiones son momentos donde las consecuencias marcan nuestra vida para bien/para mal.

Hoy comenzamos una nueva serie sobre el libro de Rut. Lo llamamos Rut: amor y lealtad porque de eso se trata este libro. Comienza con un hombre llamado Elimelec tomando una decisión que marcará a su familia para siempre.

Rut 1 muestra que tus decisiones no solo te afectan a ti... afectan a todos en tu órbita. Pero

también muestra que nuestra vida no es simplemente la suma de nuestras decisiones. Hay un factor X, que es la soberanía de Dios. Tomamos decisiones que tienen consecuencias, pero Dios usa todas las decisiones para nuestro bien/su voluntad.

En los capítulos anteriores Jonás fue escupido en la playa después de hacer un crucero por el Mediterráneo en el vientre de un pez. El Señor le dijo que se levantara y fuera a predicar el arrepentimiento a los ninivitas... Predicó un sermón de 8 palabras... y todo el lugar se salvó.

Este es el sueño de todo pastor, que un sermón sencillo conduzca a un gran despertar. Que nuestra ciudad sea cambiada, que el gobierno reconozca y se vuelva a Cristo y que Jesús sea exaltado en cada hogar y nación.

Pero no para Jonás. El texto dice,“...le disgustó mucho a Jonás, y se enojó.”

Ahora, los ninivitas están caminando con el Señor y Jonás es el que está fuera de sintonía. Puedes ver la actitud de su corazón mientras clama al Señor con ira. Él simplemente descarga los atributos de Dios: Eres clemente... misericordioso... lento para la ira... eres grande en misericordia y te apartas de tu ira!”

Jonás conocía el carácter de Dios en su cabeza... tenía una buena teología... pero eso no es todo lo que Dios busca. Dios desea que nuestra cabeza/corazón se alineen. Se deleita cuando la buena doctrina se encuentra con la devoción.

La última vez que dejamos a Jonás, lo blanquearon y lo escupieron en una playa de Ninive. Jonás había huido de la Palabra y la presencia de Dios y como resultado fue arrojado al mar y tragado por un pez. Pasó 3 días y 3 noches en el vientre del pez antes de finalmente volverse al Señor en un espíritu de arrepentimiento.

Ahora aquí está en la misma playa a la que Dios lo llamó todo este tiempo. Y luego el Señor le habla a Jonás por segunda vez.“Levántate, ve a Nínive, esa gran ciudad, y clama contra ella el mensaje que yo te digo”.Al principio se siente como un deja vu... como si hubiéramos estado aquí antes... De hecho, es casi un espejo de la primera vez que la palabra del Señor vino a Jonás.

Pero observa lo que es diferente.En lugar de más detalles, Dios se vuelve más directo.. Dice Jonás: Haz lo que te he mandado. Levántate y ve, proclama contra los ninivitas el mensaje que te diré.

 La semana pasada empezamos una nueva serie sobre el libro de Jonás llamada Implacable. El Señor llamó a Jonás para ir en una misión a Nínive. Dios le dijo ve, pero Jonás dijo que no. Se rebeló contra la Palabra de Dios y se fue en un crucero hacia la dirección opuesta. Pero, Dios persiguió implacablemente a Jonás.

Dios permitio una tormenta sobre el mar y Jonás fue arrojado por la borda. Parecía que Dios se estaba desquitando, pero no; Estaba llamando la atención de Jonas. La tormenta tenía un propósito mayor que el castigo. Fue un medio de gracia que llevó a Jonás al arrepentimiento.

Jonás ha pasado tres días en el vientre de un pez camino al mismo lugar al que Dios lo había llamado a ir.

Jonás si o si iba a Nínive... O se rendía a la voluntad de Dios o moriria tragado en el vientre de un pez.

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la historia de Jonas. Tal vez escuchaste en la escuela dominical algo sobre un hombre y un gran pez... ¿verdad?.

Realmente, este libro habla mucho más de un gran Dios que de un gran pez.. Se trata de un Dios cuyo corazón late por las naciones. Un Dios que persigue radicalmente a los perdidos. Y un Dios que amablemente nos invita a unirnos a Él en la misión.

La meta de este estudio del libro de Jonás es que veamos a un Dios implacable y nos convirtamos en una iglesia implacable, con una misión implacable.

En Colosenses, Pablo presento uno de los tratamientos teológicos más llamativos, y es la supremacía absoluta de Jesucristo por sobre todas las cosas. Esta es una verdad que da forma a cada parte de lo que somos y cómo vivimos.

Hoy veremos que si queremos ser esa luz, debemos Orar y Proclamar.

O mejor dicho

1. Orar persistente

2. Proclamar las verdad apasionadamente

Pablo escribió esta carta a la iglesia en Colosas y su objetivo era recordarles lo que en última instancia era verdad para que no creyeran las mentiras del mundo. Él sabía que lo que crees cambia la forma en que vives, y quería que la iglesia viviera una vida fiel y eficaz por el bien del evangelio.

Así que Pablo comienza mostrándonos quién es Jesús.

Él es la imagen del Dios invisible

Él es preeminente o primero en todas las cosas

Pablo dice que la plenitud de Dios habita en Él

Él creó todas las cosas, es antes de todas las cosas, y que en Él todas las cosas

subsisten.

No solo eso, sino que Pablo nos recuerda lo que Jesús ha hecho:

tomó a nosotros un pueblo que estaba muerto en pecados, alejado de Dios y de mente

hostil, y por su gran misericordia con que nos amó, nos reconcilió con Dios.

Él nos dio vida juntamente con Él

Él perdonó todas nuestras ofensas

y Él canceló el registro de la deuda que estaba en contra clavándolo en la cruz.

Luego en el capítulo 3 Pablo agrega teología. pasa de la doctrina a la vida diaria.

Y nos muestra si Jesús está sobre todo, entonces Jesús cambia todo. Él cambia la forma en que vemos el pecado en nuestras vidas y hasta dónde llegamos para matarlo. Y cambia las cosas que nos ponemos... con lo que saturamos nuestras vidas... con lo que somos vistos y conocidos por el mundo. Cuando Jesús es Señor – Él cambia todo.

Siempre he oído que debemos vestirnos para el éxito. Y de eso se trata Colosenses 3:12-17 cuando Pablo les dice a los cristianos en Colosas cómo deben vestirse los creyentes.
Ahora, él no está hablando de lo que deben vestir los domingos en la mañana. Muchas iglesias están más interesadas en ver lo que la gente usa o viste para ir a la iglesia que cómo actúan fuera de la iglesia. Pablo no está hablando de la ropa física que la gente usa los domingos; Está hablando de la ropa espiritual que los cristianos usan en su vida.

En Col 3:5-11, Pablo dice, no juegues con el pecado... ¡MÁTALO! Como dijo el pastor puritano Richard Baxter, mata el pecado antes de que te mate a ti.

ROM 8:13 - Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

El pecado siempre se ve bien, disfrutable, divertido. ¿Quién lo haría si no fuera así? Pero, aunque pareciera que te da vida... te mata. Pablo se vuelve específico al dar un par de listas de pecados. No puedes luchar contra el pecado en general... si no lo nombras específicamente, no lo reconocerás ni te arrepentirás.

Pablo enumera los pecados específicos que los esclavizaron hace 2000 años y, lamentablemente, son los mismos pecados que nos esclavizan hoy.

En el versículo 1, Pablo dijo: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”.

“SI” no es una pregunta; es la realidad. Podría traducirse mejor como DESDE que has resucitado con Jesús, busca las cosas de Jesús. Es importante porque somos moldeados por lo que pensamos o lo que creemos que somos.

Buscar es la misma palabra que usó Jesús en el Sermón del Monte cuando nos dijo que no nos preocupáramos ni estuviéramos ansiosos por nuestras vidas porque Dios conoce nuestras necesidades, problemas y asuntos y Él tiene el control total.