Los atenienses, al igual que quizás la mayoría de los hombres, eran personas muy religiosas, las cuales creían fervientemente en Dios.
Hoy en día muchos hombres van perdiendo su interés por Dios, por las cosas divinas y trascendentes. El materialismo que vivimos está llevando al hombre a una inmanencia tal en la que se pierde de vista lo sobrenatural, el sentido de Dios y nuestro destino final. Por otro lado, nos encontramos, incluso dentro de nuestra misma Iglesia, hermanos que aun creyendo en Dios, viven con una imagen equivocada de Él. Pablo en el Aerópago, les anuncia la auténtica visión de Dios, del Dios amoroso que en su misericordia resucitó a su Hijo y lo constituyó Señor, para que todos los que crean en Él tengan vida y la tengan en abundancia.
No dejes que el materialismo te haga perder el sentido de lo espiritual; y si conoces a alguien que no tiene una idea clara del Dios Amor, háblale de su misericordia y de con cuánto amor le está buscando.
Oratio
Señor, no permitas que mi hambre de poseer y tener me descontrole y me haga perder de vista lo que es verdaderamente importante, es decir, tú, mi familia, lo que genero en este mundo. Que todos mis bienes estén orientados a servirte y a dar a mis hermanos, pues sé que tú mismo bendices eso y me darás en abundancia.
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