El martes 22 de agosto de 1911, el personal del Museo del Louvre descubría que la Monna Lisa había desaparecido. El lunes no habían abierto y las obras solían moverse para ser fotografiadas, por lo que, en un primer momento, aquel hueco vacío no les había llamado la atención. Al día siguiente, la noticia de que el cuadro había sido robado ocupó las portadas de todos los diarios del planeta. El escándalo hizo que la Gioconda adquiriera de golpe una popularidad universal y comenzó a aparecer en noticieros cinematográficos, cajas de chocolate, postales, vallas y hasta dio lugar a películas sobre el robo. En 1913 ya se había perdido toda esperanza de encontrar el cuadro, sin embargo, a finales de noviembre, un antiguo trabajador del Louvre, el italiano Vincenzo Peruggia, fue detenido y confesó: él la había robado. Tan solo quería devolver el cuadro a Italia, su verdadero hogar, pues creía que formaba parte de las obras que Napoleón se había llevado a Francia. Antes de volver al Louvre, la obra se expuso en Florencia, Roma y Milán, hasta que el 4 de enero de 1914 regresó a París, convertida en uno de los mayores iconos populares de todos los tiempos. En Galicia también tuvimos un robo de película, que involucró a varios países, la Interpol, embajadas, consulados, juicios, el FBI… y todo debido a 2 pequeñas tablas de Rubens que alguien robó de un desprotegido y pequeño museo de A Coruña.