De regreso a la casa, Shiori escucha una nueva cinta donde su madre revela lo que no pudo aprender en vida: que escuchar no basta, y que la mujer del kimono blanco guarda el método para guiar a las voces. Entre silencios, presencias y señales, Shiori descubre que su tarea no es oír, sino devolver un lugar a quienes nunca pudieron despedirse.

Shiori se adentra en el bosque siguiendo el sonido del río Shiraito. Allí, las voces comienzan a manifestarse a través del walkman, revelando fragmentos de los que no pudieron partir. El bosque se convierte en un mapa de nombres, y Shiori comprende que escuchar es la única forma de que las almas recuerden quiénes fueron…

Entre las raíces del bosque y el murmullo del río, Shiori escucha la verdad que su madre nunca pudo decirle: el don que carga, el linaje de las oyentes… y la presencia de una mujer vestida de blanco que la esperaba desde siempre…

Capítulo II – Cartas que no fueron leídas

Entre el polvo y el silencio de una casa detenida en el tiempo, Shiori encuentra una caja que su madre había mantenido oculta. Doce cartas escritas con una caligrafía ceremonial revelan fragmentos de un linaje que ha aprendido a callar… y a escuchar.

Mientras el viento del bosque susurra entre las rendijas, las palabras de su madre despiertan memorias que creía olvidadas: la mujer del kimono blanco, la voz junto al río, el símbolo incompleto que parece seguirla desde la infancia.

En este episodio, las raíces del bosque comienzan a hablar…

En esta primera parte, Shiori regresa al bosque de Aokigahara tras la muerte de su madre, decidida a cumplir su última voluntad.

Pero entre las raíces del bosque, el pasado no está muerto…

solo espera ser escuchado.

Una ficción sonora ambientada en Japón, entre la niebla de Aokigahara, secretos familiares y memorias que resisten al olvido.

Hay leyendas que no necesitan ser gritadas al mundo. Solo basta con escucharlas en silencio, como quien se sienta bajo la sombra de un árbol, o como quien se detiene frente a una hoja de papel aún en blanco.

Esta es una de esas historias. Nace entre bambúes y viento, donde el tiempo se curva y el amor no olvida…

Inspirada en la cosmovisión mexica, donde los guerreros caídos renacían como colibríes que volvían cada amanecer desde el oriente, junto al sol…

El viento de primavera soplaba suavemente sobre los templos antiguos de Kioto, llevando consigo un aroma dulce y efímero: el perfume de los sakura en flor. Bajo un majestuoso cerezo, cuyos pétalos caían como lluvia de seda, un joven escultor llamado Ren pasaba sus días tallando la madera con manos pacientes. Sin embargo, su corazón estaba inquieto, pues cada primavera, bajo aquel mismo árbol, veía la silueta de una mujer envuelta en un kimono pálido, su rostro cubierto por un velo de nostalgia…

En este episodio exploramos la fascinante y trágica vida de Elisa Brown, nacida el 31 de octubre de 1810 en Londres. Hija de Guillermo Brown, un destacado marino argentino, Elisa creció en un entorno de guerra y revolución. La historia narra su intenso romance con Francisco Drummond, un joven marino escocés, y cómo su amor se vio truncado por la batalla y la muerte. A través de su dolor y desesperación, Elisa planteó preguntas profundas sobre el sacrificio y la patria. Su trágico destino, que culminó en un conmovedor acto de desesperación, la ha inmortalizado como "La Ofelia del Plata".

Atush Kamuy (アトゥスカムイ) es el dios del fuego en la mitología de los Ainu, el pueblo indígena del norte de Japón. Su nombre combina “Atush” (アトゥス), que significa “fuego” o “calor”, y “Kamuy” (カムイ), que se traduce como “dios” o “espíritu divino”. Los Ainu veneraban a Atush Kamuy como una deidad central en sus creencias, ya que el fuego representaba tanto una fuente de vida como un vínculo espiritual entre el mundo terrenal y el divino. En las tradiciones ainu, el fuego era considerado un portal sagrado a través del cual los dioses podían comunicarse con los humanos, y por eso el hogar y el fuego eran tratados con gran respeto y solemnidad.