Éxodo 31: Dios quiere usar tus talentos y habilidades.
Éxodo 31:1-11 RVA2015:
El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, y lo he llenado del Espíritu de Dios, con sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano, para hacer diseños artísticos y para trabajar en oro, plata y bronce; en el tallado de piedras para engastar, en el tallado de madera y para realizar toda clase de labor. “He aquí, yo he escogido con él a Oholiab hijo de Ajisamac, de la tribu de Dan. También he puesto sabiduría en el corazón de toda persona sabia de corazón, para que realicen todo lo que te he mandado: el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio y el propiciatorio que está sobre ella. También todos los utensilios del tabernáculo: la mesa y sus utensilios, el candelabro de oro puro y todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base, las vestiduras de material tejido, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón, las vestiduras de sus hijos, para servir como sacerdotes, el aceite de la unción y el incienso aromático para el santuario. Lo harán conforme a todo lo que te he mandado”.
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Este es el último capítulo que registra la conversación entre Dios y Moisés, cuando subió al monte para recibir los mandamientos, estatutos y preceptos de Dios para el pueblo de Israel.
En este último capítulo el Señor le dice a Moisés que Él va a escoger ciertas personas y les va a dar una destreza especial para elaborar y construir todos los accesorios del tabernáculo.
En la segunda parte habla acerca de guardar el día de reposo perpetuamente. En otra ocasión voy a explicar con más detalle acerca del día de reposo, pero hoy quiero que meditemos en la forma en que Dios escogió a los artesanos.
Dios llamó a Bezaleel y a Oholiab para que sean los líderes de ese grupo de artesanos que serían los encargados de construir todos los utensilios de oro, plata, bronce, piedras preciosas, madera y tejidos.
El Señor específica que pondría en ellos el Espíritu de Dios; y cuando reciban el poder de Dios, crecerían en sabiduría, entendimiento, conocimiento y toda habilidad de artesano. Y no solamente a ellos como líderes, sino también a todos los que iban a colaborar en esta tarea sagrada y grande.
Aquí podemos aprender que cuando recibimos el Espíritu de Dios, el Señor toma nuestras habilidades y talentos, y los potencializa, los incrementa.
Si tienes una habilidad o profesión, no pienses que eso no puede ser usado en las manos de Dios. Tal vez algunos tienen la idea de que la única forma de servir al Señor es predicando, evangelizando o tocando un instrumento en la iglesia. Si eres contador, administrador, pintor, terapista, médico, plomero, ingeniero, sabes limpiar y mantener edificios, jardinero o cualquier labor que hagas, ¡todo eso Dios lo puede usar de muchas formas!
Puedes llegar a ser un líder en tu congregación para el mantenimiento y embellecimiento del templo en esas áreas en que te destacas, puedes servir a tus hermanos en tu congregación con tu labor o experiencia profesional. Y no solo eso, ¡Dios te da, por medio de su Santo Espíritu, una gracia especial para que puedas tener contratos laborales que sean beneficiosos, o te guíe a trabajar en empresas con jefes que miren en ti la gracia de Dios y vean que su empresas son mejores desde que estás trabajando ahí.
No creas la voz del adversario que nos hace creer que no somos especiales ni importantes, o que te rechazan por ser creyente. Al contrario, si haces tu trabajo con honestidad, como sirviendo a Dios y no al hombre, y estás lleno del Espíritu de Dios, entonces vas a ver que te convertirás en una pieza clave en el lugar donde laboras.
Recuerda que Dios puso sabiduría en el corazón de aquellos que...