Borja Marcos e Iratxe Niño han abordado los retos que plantea la era digital, especialmente en lo referente a la publicidad engañosa y la inteligencia artificial. Señalan que en plataformas como redes sociales, páginas web y hasta periódicos de gran tirada, la proliferación de anuncios falsos es un problema creciente. La falta de sanciones efectivas para quienes permiten este tipo de publicidad permite que se extienda sin consecuencias reales.

La inteligencia artificial abre nuevas posibilidades, pero también nuevos riesgos para la violencia machista digital. Se han detectado casos de hombres que crean novias virtuales con IA para abusar de ellas, lo que plantea serias preocupaciones éticas y legales. Aunque existen regulaciones sobre el diseño y desarrollo ético de herramientas de IA, la realidad es que cualquiera puede descargar y adaptar modelos para fines no previstos, saltándose los límites establecidos.

El acceso a contenidos eróticos y pornográficos también es un tema de debate. Los controles teóricos para mayores de edad suelen ser fáciles de sortear, y la IA facilita la manipulación de imágenes y videos, lo que multiplica las posibilidades de crear contenidos con fines que escapan al control social y legal. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas, lo que refuerza la necesidad de una regulación más estricta y efectiva.