La sexualidad es una dimensión inherente a todas las personas que define la forma única e irrepetible que tiene cada uno y cada una de vivir su sexo, es decir, su cuerpo, su género, su deseo, sus prácticas, sus genitales, su pareja, etc. Se suele caer en el error de entender la sexualidad como sinónimo de genitales o de las prácticas que se hacen con ellos, por lo que frecuentemente confundimos la parte con el todo. Así, cuando hablamos de sexualidad hablamos de diversidad, de formas de ser, de formas de expresarse y de formas de relacionarse.
Hoy en día, no podemos hablar de sexualidad adolescente sin tener en cuenta la tecnología. Los estudios sobre la adolescencia y su uso de internet y las redes son clave para comprender cómo y dónde se desarrolla esta sexualidad.