Con ayuda de la Federación Francesa de Alta Costura y Moda, la diseñadora ucraniana Lilia Litovskaya está a salvo en París, donde iba a presentar su colección este año en Prêt-à-porter. Ahora intenta apoyar a sus compatriotas y colegas desde el extranjero. Entre tanto, para la casa Balenciaga, Demna Gvasalia presenta su colección, reflejo de un universo hostil y de su huída de Georgia en 1993 durante la guerra civil.