La evolución de los sistemas de defensa personal occidentales desde el siglo XIX incluye diversas disciplinas como la lucha, el savate, el bartitsu y el boxeo, cada una aportando técnicas y enfoques únicos. La lucha, con raíces antiguas, se modernizó con estilos como la lucha grecorromana, estableciéndose como un deporte olímpico en 1896. El savate, desarrollado en Francia, combina patadas y golpes de puño, y se popularizó en el siglo XIX como una técnica efectiva de combate callejero y deportivo. Bartitsu, creado por Edward William Barton-Wright en Inglaterra a finales del siglo XIX, integró jiu-jitsu japonés, boxeo, lucha suiza y savate, convirtiéndose en el primer arte marcial híbrido. El boxeo, evolucionando de los combates a puño desnudo, se reglamentó con las Reglas de Queensberry en 1867, promoviendo el uso de guantes y combates más técnicos. Estos sistemas, aunque diferentes en sus orígenes y técnicas, contribuyeron al desarrollo de la defensa personal moderna.