Todos los creyentes sufrirán, pero en sus sufrimientos deben mantener la perspectiva de Dios.
La enseñanza de que Dios promete salud y riqueza a todos Sus hijos es una herejía. Pero, aunque la mayoría no lo crea, a menudo piensan que si caminan en obediencia con el Señor, Él los recompensará con la protección de las pruebas.