El reino de Dios se centra en nuestra relación con él y con los demás.
Nuestra relación con Dios necesariamente afecta nuestra relación con nuestros compañeros en Su reino.
Debido a nuestra nueva posición como justos ante Dios, buscamos practicar la justicia.
Debido a que tenemos paz con Dios, buscamos la paz con los demás.
Debido a que conocemos el gozo de la salvación de Dios, compartimos nuestro gozo con otras personas que disfrutan de las mismas bendiciones.