En estos asuntos no esenciales, tu motivo es crucial: haz lo que haces por el Señor.
Romanos 14: 6: “El que guarda cierto día, para el Señor lo guarda. El que come, para el Señor come, pues da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene, y da gracias a Dios”.
Las frases que se repiten aquí son, "para el Señor" y "da gracias a Dios". Como creyentes, pertenecemos al Señor y vivimos para el Señor. Nuestro objetivo es siempre agradarle.