Muerta mi madre, he debido ponerme a trabajar en una tienda de abarrotes, en donde una clienta, Doña Teté, me ha ofrecido trabajar con ella en la venta de ropa a plazos, le cobro a sus clientas y la acompaño a México para comprar los vestidos, pantalones y accesorios que le encargan. Esto me ha hecho sacar a la luz mi karate, así como me lo enseñó mi maestro, porque venciendo a mi carácter introvertido, tengo que ponerme muy listo, como si estuviera en un combate, cuando estamos en los regateos y en la búsqueda de ropa.