Un Activista Propalestino Invade la Carretera y Provoca un Accidente
Un manifestante detenido en La Vuelta ha vuelto a evidenciar los problemas de seguridad que atraviesa la competición ciclista. Durante la etapa de ayer en Galicia, un activista que permanecía oculto entre los árboles irrumpió en la carretera portando una bandera de Palestina, provocando la caída del ciclista español Javier Romo.
El individuo tropezó justo antes de invadir la vía, lo que causó un bandazo que derribó al corredor del Movistar Team. El incidente se produjo a 55 kilómetros de la meta, aunque afortunadamente Romo no sufrió lesiones graves, solo daños en su equipación como analizamos en nuestro seguimiento de La Vuelta.
Javier Romo Intenta Encarar al Manifestante
Tras la caída, el manifestante detenido en La Vuelta fue arrestado inmediatamente por la Policía Nacional. Javier Romo se levantó rápidamente e intentó encarar al activista, pero fue contenido por los directores y auxiliares de su equipo, que lo convencieron de regresar a la competición.
Los pantalones del ciclista quedaron rasgados en la caída, evidenciando la violencia del impacto. Este tipo de episodios se están convirtiendo en habituales durante la actual edición de La Vuelta según fuentes deportivas.
El Equipo Israel Premier Tech Retira su Nombre del Maillot
Los continuos incidentes han llevado al Israel Premier Tech a tomar medidas extremas de seguridad. El equipo ha optado por retirar su nombre del maillot alegando motivos de seguridad, una decisión sin precedentes en el ciclismo profesional.
Esta medida se produce después de varios altercados durante la competición, incluyendo el episodio en el que un manifestante detenido en La Vuelta afectó directamente al desarrollo deportivo.
Antecedentes de Protestas en Avilés y Bilbao
El último altercado antes del manifestante detenido en La Vuelta de ayer había ocurrido en Avilés el sábado. Un grupo de personas con banderas palestinas obligó a detener momentáneamente la salida de la etapa.
Sin embargo, las protestas de mayor repercusión tuvieron lugar en Bilbao, donde los manifestantes forzaron a la organización a adelantar la meta tres kilómetros. La cancelación de la llegada en Gran Vía dejó aquella etapa sin vencedor oficial, alterando completamente el desarrollo deportivo.
Estos incidentes plantean serias dudas sobre la capacidad de la organización para garantizar la seguridad de los corredores y el normal desarrollo de la competición según medios especializados.