La fama, según contaba Robert Fripp, va de lo familiar a lo universal. La de Los Beatles, sin lugar a dudas, alcanza un rango galáctico, no sólo por su eterna música, que ha influenciado a todos los músicos del planeta, o por formar parte del Disco de Oro que Carl Sagan envió al espacio junto a nuestro ADN para contactar con otras civilizaciones extraterrestres, sino por la inclasificable pasión que aún despierta su icono.
Los Beatles son la banda definitiva gracias a su intrahistoria; plagada de misterio y de leyenda. ¿Realmente murió Paul MC Cartney y fue sustituido por su actual imitador William Campbell o Faul, como le llamaron sus antiguos compañeros de banda, ¿Realmente tocó la batería Bernard Purdie en 21 de las mejores canciones del grupo y se compró su silencio a base de jugosos cheques? ¿Realmente se volvieron a juntar en 1976 bajo el nombre de Klaatu? ¿Son ciertas las declamaciones de sus discos puestos al revés, y las de sus míticas y legendarias portadas? ¿Es verdad que se recuperó un disco suyo de otra dimensión en la que aún continuaban juntos? Son tantas las fábulas y mitos en torno a esta banda que su escucha, además de imprescindible, se vuelve el perfecto guion para una serie aún no filmada de David Lynch.
Hoy en Más Allá de Orión recuperaré una de sus viejas leyendas. El mítico doceavo disco que James Richards recuperó de otra dimensión para añadir una muesca más en la culata de un rifle inmortal llamado, The Beatles.
Bienvenidos a Everyday Chimestry.
Listado de canciones:
1.-‘Four Guys’
2.-‘Talking To Myself
3.-‘Anybody Else’
4.-‘Sick To Death’
5.-‘Jenn’
6.-‘I’m Just Sitting Here’
7.-‘Soldier Boy’
8.-‘Over The Ocean’
9.-‘Calling Occupants Of Interplanetary Craft
10.-‘Saturday Night’