A veces, los cambios vienen sin avisar, pero también es bueno que, de vez en cuando, seamos nosotros quien los provoque. Para tomar aire fresco y renovar el oxígeno, sobre todo, de nuestro cerebro, que lo agradece mucho. Algo sencillo que nos haga despertar y salir del aburrimiento. Incluyó una meditación que te va a ayudar a percibir el cambio como algo muy cercano y constante, ya que todo (dentro y fuera de nosotrxs) está en constante cambio. De hecho, lo único que no cambia es el hecho de que todo cambia. 🤗

Cuando somos niñxs pequeñxs, bebés, no estamos todavía condicionados y vivimos con toda la naturalidad que nos da nuestra condición, pero al hacernos mayores, aun siendo solo niñxs mayores, vamos acortando nuestras alas para ajustar nuestro vuelo a las condiciones de alrededor. Así pues, observar a los niños o tomar contacto con nuestrx niñx interior, nos ayuda a darnos cuenta de esas capas protectoras que usamos y podemos quitárnoslas para ver qtal se vive con espontaneidad. Incluyo una meditación que te puede ayudar a sentir la fuerza de tu interior. Sencilla, pero efectiva al mismo tiempo. Espero que te ayude y puedas conectar con tu niñx interior. Namasté.

Cuando nos visita una emoción incómoda, que está catalogada como “mala”, intentamos esconderla, justificarnos, nos avergonzamos o nos peleamos con quien sea para defender nuestra postura. Pero, de fondo, corre la sensación de que hay “algo” que cambiaríamos. Y es que no está mal enfadarse, ponerse triste, que nos dé vergüenza o envidia algo, cuando sabemos ponerle nombre. El conocer la emoción nos ayuda a no “someternos” a su yugo, a saber que está ahí y poderla cambiar cuando sentimos que está naciendo de nuevo en nosotros. Pero, para eso, hay que tener ganas de mirarla a los ojos y aceptarla, porque ¿cómo vas a trascender algo cuando no piensas o no sabes que está ahí? Te invito a que pruebes la meditación de las emociones en la que elegimos una emoción difícil para empezar este entrenamiento que nos acercará cada vez más a la totalidad que supone la aceptación de nuestras sombras, al igual que de nuestra luz. Namasté 🙏🏼

Muchas veces, le damos mucha importancia a nuestra parte espiritual, lo que nos enfrentamos a nuestra parte terrenal. Se trata de conciliar la vida con nuestro ego. Es difícil tratar este tema sin caer en alguna trampa; sin creer que estamos viviendo en coherencia con nuestra esencia más pura y darnos cuenta de que llevamos años en un engaño de la mente, viviendo de manera que no hemos ido hacia dentro para conocer nuestras sombras, y seguimos mostrando solo parte de nuestra historia. Y está bien, porque no siempre es el momento de transitar por algunos lugares. Cuando se vive en coherencia, hasta la persona más zafia puede ser nuestro gran maestro. Creo que nuestra personalidad es la manera de “encuadernar y leer” mejor lo que traemos para evolucionar y, así tener “elementos” desde dónde partir hacia nuestro camino de desarrollo.

El comienzo del curso escolar marca también el paso al otoño (al menos cuando teníamos 4 estaciones) y, por tanto, el comienzo de un ritmo más calmado, más hacia adentro. Sin llegar a ser hibernal, nuestro ritmo es más interior que en el verano, época en la que salimos mucho más y que hace que nuestros biorritmos cambien. La vuelta a nuestras rutinas “escolares” hace que todo vuelva a su sitio y que calmemos nuestro organismo. Aun así, a veces, no nos resulta fácil asimilar el cambio y sufrimos. Otras veces, supone un gran descanso. Sea de una forma u otra, ir hacia adentro, respirar profundo y calmar la mente, que anda ansiosa, nos ayuda mucho, por lo que te invito a que lo pruebes. Escucha la meditación en la que te guío a través de la respiración para centrar tu mente y encontrarte mejor.

Este va a ser el último episodio de la temporada. En septiembre volveré con más. En el episodio de hoy, te hablo del desapego, de esa sensación de libertad que se siente al romper las limitaciones de la mente. Si la práctica propuesta te parece complicada, te invito a que hagas limpieza consciente en casa de cara al verano. Siente cada cosa de la que te quieras deshacer y despídete de ella agradeciendo lo que te ha aportado. Luego déjala donde mejor pienses que va a venir (la basura, el contenedor de ropa, un mercadillo, etc.). Deja que lo que tenga que irse se vaya y no te aferres a nada, pero hazlo con sensibilidad y consciencia. Siente la libertad y la ligereza por haber movido la energía que el objeto retenía y, si te ha ido bien, interioriza esa sensación, porque es igual a cuando dejas ir expectativas, deseos, etc. Espero que estés bien y que tengas un feliz verano. Namasté 🙏🏼

Las plantas nos enseñan sin palabras. Aceptan lo que les toca en silencio. Y me dirás que no pueden hacer otra cosa, porque no se pueden marchar a otro sitio ni hablan. Pero yo te invito a que las observes y aprendas a tener paciencia y esperar el momento adecuado para todo; a soltar expectativas; a dar lo que tienes. Además, si tienes la ocasión de cuidar de algo de tierra, puedes volver a conectar con tu naturaleza, con tu esencia, al vivir en conexión con la Naturaleza. 🌍

«La lechera» es un cuento tradicional que nos habla de esos momentos de ensoñación que nos atrapan muy a menudo y que nos hacen no estar presentes. Dicen que, si no estás con el pensamiento en donde te encuentras con el cuerpo, es como si no estuvieras viviendo; es como vivir dos “realidades” (una mental y otra física) y eso, aunque a veces no lo veamos, nos trae sufrimiento. Yo te invito a que pasees tu mente por el cuerpo para que aprendas a sentirlo y habitarlo.

Vivimos muy desconectados de la naturaleza y de nuestra propia naturaleza. Al vivir desde la mente, tenemos infinitas ocasiones de marcharnos lejos de dónde estamos, por lo que nos sentimos fuera de lugar (y con razón). Todo lo que proviene de nuestra intuición es considerado como tontería o superstición y lo descartamos, alejándonos más de nuestra esencia. Te invito a que escuches tu voz interior, pero no esas voces que salen de la cabeza todo el día para volverte más loc@; sino esa voz que te va a llevar a que conectes con esa paz que buscas fuera y que habita tu interior.

Según Juan Manzanera, “siempre vamos a meditar mal”. Según él, lo que hacemos, y lo que él hizo durante mucho tiempo, no es meditación. Te dejo el enlace a la entrevista que le hicieron en internet en la que lo explica: "Siempre vas a meditar mal"

https://youtu.be/h7KXjE8MiUk. Suele ser bastante habitual escuchar a quien empieza decir “se me da fatal” o “esto no es para mí, no tengo paciencia”. ¡Vaya! que parece que meditar no es para todos. Y nada más lejos de la realidad. De hecho, hay gente que medita a diario y no lo sabe. Hay miles de formas para definir qué es meditar, pero la parte de la definición más importante es “permanecer sin juzgar”, porque eso es lo que sucede; que juzgamos constantemente todo y de manera, a veces, muy dura. Juan Manzanera es maestro de meditación desde hace 30 años, pero me parece esta afirmación descoloca, sobre todo, a la gente que empieza, porque él tuvo que hacerlo mal para ser capaz de enseñar. Por mucho que te lo expliquen, no puedes dar un salto hasta la última lección y llegar a la meta antes de tiempo. Esto no funciona así; es como la vida misma. Nos gustaría que nuestros hijos no pasaran por los malos momentos que hemos vivido nosotros por ser inconscientes, apasionados, cabezotas o lo que fuera, pero les estaríamos robando parte de su experiencia vital. Así tiene que ser: tropezamos en las piedras del camino para recordar mejor esas lecciones. Espero que el episodio de hoy te mueva y reflexiones sobre el tema tranquilamente. Ya sabes que puedes preguntarme lo que quieras. Muchas gracias por escucharme. 🙏🏼