Han pasado cuatro meses desde que Pablo González fuese arrestado en Polonia, en una zona cercana a la frontera con Ucrania, acusado de un delito de espionaje sin que se hayan mostrado pruebas de ello. En este tiempo, el reportero ha pasado por dos prisiones polacas y a día de hoy todavía no ha podido contactar directamente con su familia o amigos. Únicamente ha podido comunicarse con su abogado polaco y con el cónsul español en Polonia.
Para conocer más acerca de la situación que está viviendo el periodista, hablamos con Oihana Goiriena, mujer de Pablo, y con Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros Sin Fronteras. Su esposa Oihana nos cuenta que no ha podido ponerse en contacto con é y que les "han exigido justificar por qué queremos hablar con él".