Después de un episodio severo de enfermedad, la diarrea, el vómito o la fiebre pueden causar deshidratación en los niños. Por esa razón, conviene mantenerse alerta de los síntomas que vienen acompañados, como por ejemplo hundimiento en los ojos y las mejillas, llanto sin lágrimas, y boca y lengua secas.
Para aclarar todas sus dudas, el Dr. Jorge Martínez, especialista en Pediatría, le estará compartiendo su conocimiento.