Si nos afirmamos en la fe y nos sometemos a todas las operaciones que Dios hace en nuestra vida, seguramente vamos a crecer y dejaremos de ser niños; porque como niños no podemos asumir la responsabilidad que requiere este último tiempo.

Etapas de la vida cristiana: Nacer, ser niño y transformarnos en espiritual, en personas maduras, en personas crecidas. En hermanos en cuyo corazón el amor de Dios se ha desarrollado, entonces de nuestro corazón saldrán palabras sumergidas en amor, y esas son palabras de vida.

Con la necesidad que hay en el mundo hoy, se hace imprescindible que la iglesia no sea un jardín de infantes sino un conjunto de creyentes maduros, crecidos, que puedan asumir responsabilidades.

El Señor no viene buscando una iglesia llena de dones, sino una iglesia llena de frutos de justicia. Cuando hablamos de frutos hablamos de madurez, del creyente espiritual, es el que puede asumir responsabilidades y puede servir al Señor con amor.

Podemos tener todos los dones y no tener el fruto. Pero cuando tenemos el fruto vamos a tener un mejor ejercicio del don. El don derramado sobre el espiritual seguramente lo va a usar para la edificación del cuerpo de Cristo.

Mensaje: Jardín de infantes

Basado en 1 Corintios 2:6

2:6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.

Cuando nosotros podemos comprobar que las cosas se nos escapan de las manos porque no las podemos controlar, ahí perdemos el sentido del descanso y reposo. No es lo mismo estar con Dios, que estar sin Dios y sin promesas en este mundo.

La Biblia dice: "me acosté y dormí, porque El Señor me sustentaba" (Sal 3:5). Eso no lo dice cualquiera. Eso lo dice cualquiera que está firme, estable en la fe y que mantiene una relación y una comunión de armonía con Dios.

Cuando el Salmo 3:5 dice que El me sustenta, es que Dios está alcanzándonos en su tiempo y momento justo, lo que nosotros necesitamos.

Cuando queremos tomar el control de todo estamos ocupando el lugar de Dios. Cuando dejemos a Dios que tenga el control de todo, ahí vamos a descubrir lo que es descansar cuando se viene la noche.