El Chris Isaak que posó en lánguido monocromo en la portada de su tercer álbum de estudio Heart Shaped World, no tenía idea del sorprendente avance que experimentaría unos dieciocho meses después de su lanzamiento en junio de 1989.
Parecía anticipar que su nuevo disco podría ser tan difícil de vender como sus dos primeros trabajos.
Silvertone de 1985 y Chris Isaak de 1987, a pesar de su mérito artístico y su cálida recepción crítica, crearon para Isaak un nicho respetuoso, pero con escaso éxito en el panorama comercial, sin que el haya hecho mucho para cambiarlo tampoco.
"Tuvimos algunas reproducciones en la radio antes, y realmente no me siento menospreciado porque la mayoría de las personas que me gustan y que están recibiendo mucha atención tienen aproximadamente seis álbumes publicados", le dijo a Jim Washburn de Los Angeles Times en junio de 1989.
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“Este es sólo mi tercer álbum.
Me imagino que si sigo haciendo cosas que me gustan, eventualmente encontraré gente a la que también le gusten.
Lo difícil de la radio es que he conocido a mucha gente que trabaja en el medio a la que le gusta mi música.
Sin embargo, les resulta difícil descubrir cómo pasar lo que les gusta cuando hay alguien encima de ellos gritando "tienes que pasar esto".
Es raro.
Voy a las estaciones de radio y el DJ me dice: 'No puedo reproducir tu disco, pero ¿me lo firmarías?'”
Esas palabras pronto se convertirían en una cruel profecía autocumplida.
A pesar de recibir críticas entusiastas tras su lanzamiento, Heart Shaped World apenas logró salir del cuarto inferior de la lista de álbumes del Billboard 200.
El sello de Isaak, Reprise, rápidamente eludió cualquier obligación adicional de apoyarlo.
“El barco ha zarpado”, había declarado un ejecutivo, según contó el manager y productor Erik Jacobsen a Rolling Stone en 1991.
El primer sencillo del álbum, el excelente blues/rock “Don’t Make Me Dream About You”, hizo poco para impulsar las ventas o la difusión.
Después de sólo diez semanas, Heart Shaped World desapareció de las listas.
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Al preguntarse si su brújula creativa podría haber condenado su curso, Isaak, Jacobsen y sus compañeros de banda regresaron al estudio al cabo de un año para comenzar a trabajar en su sucesor.
En lo que respecta a los cuentos musicales, esto es un arco sombrío, pero no se preocupen: hay un final feliz.
Una llamada telefónica del cineasta y fan entusiasta David Lynch, quien se acercó al campamento de Isaak en busca de música para usar en su próxima comedia negra, Wild at Heart.
De hecho, Lynch llamó por primera vez en busca de melodías unos años antes, usando dos canciones del debut de Isaak en su película de 1986 Blue Velvet.
En esta ocasión, se decidió por dos temas que pertenecían a Heart Shaped World: “Blue Spanish Sky” y una versión instrumental de la entonces inofensiva balada, “Wicked Game”.
Si bien la película de Lynch no fue un éxito, permaneció en los cines el tiempo suficiente para que el director musical de WAPW (Power 99) FM de Atlanta, Lee Chestnut, escuchara la versión sin voz de la canción de Isaak.
Impulsado por su etérea melodía y creyendo que era un sencillo de éxito, añadió la versión con la voz de Isaak al top cuarenta de la rotación de su radio.
Los elogios de los oyentes generaron más reproducciones y, con un poco del capital de networking de Chestnut, “Wicked Game” comenzó a prender fuego a los escuchas de todo el país.
Conmocionado y asombrado por la repentina resurrección de la canción, el sello previamente indiferente de Isaak se apresuró a publicar un sencillo físico, que llegó en noviembre de 1990.
El corte del álbum, alguna vez desconocido, se convirtió en el primer (y único, hasta la fecha) éxito top 10 de Isaak, alcanzando el puesto número 6 en la lista Billboard Hot 100 la semana del 2 de marzo de 1991.
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El éxito de “Wicked Game” también revitalizó el interés en su casi olvidado álbum principal.
Casi dos años después de su lanzamiento, Heart Shaped World alcanzó un nuevo éxito, llegando al puesto número 7 del Billboard 200 a principios de abril de 1991.
El disco fue certificado platino ese mismo mes y ha vendido más de dos millones y medio de copias sólo en los Estados Unidos hasta la fecha.
“Wicked Game” es una unión prístina de la dolorosa voz de Isaak y el gemido desolado de la Stratocaster del 65 de James Calvin Wilsey.
Debajo, el bucle de batería, la línea de bajo simple y las voces de fondo apagadas crean un zumbido atmosférico latente.
Muchos han interpretado a Wicked Game como una fogosa canción apasionada.
Sin embargo, el propio Isaak ha dicho que es el preludio a una cita.
“Es una de esas situaciones en la que te llaman y te dicen ‘Estoy yendo’, si bien sabés que no deberías dejarla venir porque habrá problemas.
De todos modos, colgué el teléfono y escribí la canción.
Cuando llegó a casa, ya tenía la canción prácticamente terminada”.
Dicho todo esto, si bien su inusual triunfo en el negocio de la música brinda un contexto importante a su historia, Heart Shaped World es, por encima de todo, un disco de un nivel superior.
Es mucho más que un hit.
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Las pistas restantes de Heart Shaped World están enredadas en hilos de aislamiento y arrepentimiento, y la voz de Isaak parece haber sido divinamente diseñada para soportar el peso de los corazones rotos del mundo entero.
Más de una vez a lo largo de su carrera, los críticos se han lamentado y quejado de cómo la personalidad generosamente peculiar e ingeniosa de Isaak en el escenario podría coexistir con el compositor introspectivo que escribe con tanta frecuencia en oscuros tonos de melancolía.
"No creo que mi música y mi humor sean necesariamente dos cosas separadas", dijo en una entrevista de 1991 con el Chicago Sun-Times. “Ambos son parte de mí. Muchas de mis canciones son irónicas. Es sólo que lo más fácil de captar en mi música es este mal humor”.
En ese espíritu, no todo en Heart Shaped World está sumido en sombras.
Por ejemplo, “In the Heat of The Jungle” es una improvisación alegre de seis minutos entre Isaak, Wilsey, el bajista Rowland Salley y el baterista Kenney Dale Johnson.
Presten atención especialmente a su llamada y respuesta en falsete de Isaak con la guitarra de Wilsey justo después de las cuatro minutos.
Es simplemente fantástico.
También presenta una versión del clásico de 1955 de Bo Diddley, “Diddley Daddy”, en la que Isaak inserta divertidamente los nombres de pila de sus compañeros de banda en los versos.
Además, “Forever Young” es alegremente optimista con su rápido ritmo y su alegre riff de guitarra punteado.
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Dicho y escuchado lo anterior, es con el melancólico Isaak, que puede pintar imágenes vívidamente emocionales con tan solo una inflexión vocal, con quien siempre parezco conectar más fuerte.
“Nothing’s Changed” y “Kings of the Highway” son miradas melancólicas y retrovisoras a fragmentos pasados de la vida, y cada una tiene suficiente filo rockabilly para equilibrar las reflexiones líricas de Isaak con un poco de acidez.
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Pero es el tercer sencillo del álbum, “Blue Spanish Sky”, el que más he repasado mientras preparaba esta retrospectiva.
Es un canto fúnebre por el amor perdido, y el dolor del protagonista de la canción se filtra desde la escasa letra que reza:
“Es una canción española lenta y triste / Conocía la letra, pero la canté mal / la que amo se ha ido y se ha ido sin mí”).
La milagrosa sorpresa del tema es el distante solo de trompeta con su eco casi lúgubre.
Según se cuenta, Isaak escribió la canción teniendo en mente al legendario trompetista de jazz Chet Baker, con la esperanza de pedirle que la tocara antes de morir en mayo de 1988.
Es una canción cautivadora que se hizo aún más especial como tributo a su estilo característico.
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Heart Shaped World sigue siendo el álbum de mayor éxito comercial de Isaak treinta y cinco años después.
Fue un proyecto fundamental para él en varios frentes, dándole el renombre público y en la industria que le había sido esquivo desde el comienzo de su carrera.
Sin embargo, el triunfo inesperado también tuvo otras implicaciones.
La profundamente arraigada asociación creativa entre Isaak y el guitarrista James Wilsey, que había guiado el trabajo de la banda durante más de una década, comenzó a disolverse.
El sucesor de Heart Shaped World se comenzó a grabar en 1990, pero las sesiones quedaron en suspenso cuando la explosión inesperada creada por “Wicked Game” envió a Isaak y compañía a viajar durante un año entero de gira para promocionarlo.
Cuando regresaron al estudio para terminar lo que se convertiría en el álbum San Francisco Days de 1993, la división era notable.
"Comenzamos ese álbum y las cosas habían cambiado", dijo Wilsey a Something Else! en una entrevista de 2015.
“Solo toqué quizás la mitad de las canciones.
Creo que básicamente íbamos por caminos diferentes. Ahí fue donde nos distanciamos”.
Wilsey se separó de Isaak, Salley y Johnson en 1993, después ocasionalmente lanzó proyectos por su cuenta, incluido un álbum, El Dorado, en 2008.
Lamentablemente murió en diciembre de 2018.
Volviendo al disco, el impacto más duradero de Heart Shaped World puede ser que le dio a Isaak la influencia para seguir siendo auténtica y descaradamente él.
Durante años, había sido un outsider cuya música e imagen se consideraban demasiado poco comunes para ser parte de la lengua vernácula pop común.
“Wicked Game” funcionó como un interruptor, sacándolo rápidamente de la oscuridad a un universo donde hacía compañía a las estrellas del momento.
El atractivo magnético de Isaak ya no era un secreto de la industria y las oportunidades siguieron.
Excelentes papeles cinematográficos y televisivos en Little Buddha, Twin Peaks: Fire Walk with Me, Friends y From the Earth to the Moon, e incluso su propio programa de cable, una sitcom casi autobiográfica llamada “El show de Chris Isaak”.
Los primeros críticos clasificaron el trabajo musical de Chris Isaak como abiertamente derivado de algunos de los artistas musicales más emblemáticos de los EEUU:
Presley, Orbison, Nelson, Eddy.
Heart Shaped World abrió un camino para que la encarnación única de la música americana de Isaak lograra reconocimiento y afecto por derecho propio.
Espero que hayan disfrutado de este episodio tanto como yo.
Esto fue Heart Shaped World, de Chris Isaak, en Punto Muerto.